Antes de nada quiero hacer acto de contrición y confesar que iba a mí abono con cierto excepticismo sobre el juego que podrían dar los toros de El Pilar y luego resultó que no me ha decepcionado para nada, pues aunque la presentación fue un poco como dientes de sierra, unos más largos, otros con apariencia de terciaditos en comparación con alguno más grandote, unos más extrechos de sienes enseñando las puntas y otros con dos puñales largos y astifinos, pero todos ofreciendo posibilidades de poderles torear si se les imponía poder y mando por abajo, todo por abajo y si podía ser arrastrando los engaños, por arriba ni coles. Exigentes para los toreros y con transmisión para los tendidos, se han dejado pegar en los caballos sin rehuir la pelea e incluso el terciadito quinto empujando con fijeza metiendo los riñones. Bien, bastante bien en líneas generales los charros de El Pilar a pesar de que a alguno le faltaba estar más rematado de culata y es que los piensos se han encarecido una barbaridad. Confesado ya, vamos adelante.De los matadores actuantes ¿qué decir?, pues que ha habido de todo como en la viña del Señor.
Javier Cortés, al que después de romperse el paseillo el tendido 7 arrancó una ovación que le hizo salir a saludar al tercio al ser esta su reaparición en este coso después del duro percance sufrido en septiembre de 2.019. Estuvo bien Cortés con el que abría plaza con pasajes muy buenos con la mano derecha y dos muletazos con la izquierda de mando y trazo larguísimo, faena que mejoró mucho cuando bajó la mano de verdad. Mató de estocada un punto trasera que hizo que el toro defendiera su vida hasta el punto de que sonara un aviso que no impidió que se le concediera una oreja que nadie protestó.
En el cuarto y con media Puerta Grande abierta le pudo la responsabilidad y lo que pudo ser no fue al no redondear la faena como todos esperábamos.
Tomás Campos, a mí personalmente me dejó con muchas dudas, quizás tantas como las que tuvo él ante sus dos oponentes, poco muy poco que decir de su paso por la arena venteña. Nunca se acopló con su lote, algún muletazo suelto sin colocación ni dominio de la situación quizás con el lote menos propicio e incluso mató de forma horrible a su segundo y poco más.
Esperado era Francisco José Espadas pues es un torero de buen trazo y que ya nos lo había demostrado durante su etapa de novillero, pero tampoco fue su tarde del todo. Se expuso con intenciones firmes con su primer y noble toro pero al no verse sometido el animal se aburrió de embestir, optó entonces Espadas por meterse en las cercanías y ahí se acabó todo. Se tiró a matar chocando de frente con el toro cobrando un espadazo contrario que derribó al animal con estrépito.
En el sexto fue de un largo metraje, pases, pases, pases y más pases exentos de todo interés. Mata de estocada y descabellando a la última pues perdí la cuenta de los intentos y todos para casa.
Destacar los puyazos de Óscar Bernal al cuarto echando la vara de forma magistral y bellísima, la lidia de Antonio Molina en el primero y como no, una vez más Iván García con los palitroques.
Mañana más. ¡Ojo mañana! que va a ser tarde de traje y corbata y con los de La Quinta.
Tomás Mata Menchero
Aficionado y abonado del tendido 7
Fotos: © Las Ventas Plaza 1