La terna se va de vacío en la última de la Feria de Otoño. La corrida de Fuente Ymbro tuvo que ser remendada con un toro del Puerto de San Lorenzo.
La tarde de hoy no ha sido ni mejor, ni peor que muchas en el ruedo venteño, podía pasar de todo y algunas cosas ocurrieron o pudiera no haber pasado nada y a punto estuvo.
De momento y como muchas tardes pasa, en los corrales suceden cosas extrañísimas, casi dignas de una tesis sobre lo incomprensible o inexplicable acerca de las decisiones de los taurinos y profesionales que diariamente deambulan por esas dependencias ejerciendo las labores propias de sus respectivos quehaceres previos a una corrida de toros.
¿Qué porqué digo esto?, pues verán. La corrida titular del festejo era de la ganadería gaditana de Fuente Ymbro y tuvo que ser remendada con un toro de otra ganadería por culpa de una cornada sufrida por uno de los pupilos de Ricardo Gallardo, al parecer en El Batán. Hasta ahí todo normal, lo extraño del caso es que su sustituto era un toro de Puerto de San Lorenzo, ganadería lidiada ayer y reseñado en esa corrida como segundo sobrero, es decir que no era el primer sobrero ayer, era el segundo, ¿qué le verían a ese animal para que fuera segundo sobrero ayer? y ¿que le habrán visto hoy para que fuera el sustituto preferido de un titular de hoy en detrimento del reseñado como primer sobrero para este festejo que pertenecía a José Luis Pereda?. Es más, después de más de 50 reses de Fuente Ymbro lidiadas este año en Madrid ¿como es que para esta última del abono otoñal el señor Ricardo traiga seis toros nada más?, en fin, para lo que ha traído lo mismo daban seis que sesenta.
A la corrida le ha faltado un punto en cuanto a presentación para alcanzar el nivel mínimo de esta plaza, le ha faltado empuje, motor, pronto se venían a menos e incluso casi todos, de salida, daban señales de mansear pues marcaban siempre una tendencia hacia los toriles de forma muy descarada. ¡Que diferencia de comportamiento y clase hay siempre entre los novillos y los toros en esta casa ganadera!, el cambio suele ser siempre a peor.
El de Puerto de San Lorenzo tenía teclas diferentes aunque muy complicadas y no lo puso fácil tampoco.
La tarde iba pasando casi sin pena ni gloria hasta que la plaza vibró con un tercio de varas en el quinto de la tarde de lo mejor que hemos visto en los últimos tiempos, su ejecutor fue Vicente González. Toreó de manera perfecta con el caballo y colocó dos soberbios puyazos en la mismísima yema, mejor aún el segundo que el primero ya que en este ni siquiera hizo la carioca como en el primero. Con una gran ovación y el público puesto en pie fue despedido mientras por el callejón se dirigía al patio de cuadrillas y digo yo ¿porqué su matador no le hizo quitarse el castoreño para saludar?, con los banderilleros si lo hacen como ha sido el caso de Curro Javier al parear al cuarto de la tarde y a Iván García y Fernando Sánchez en el sexto, aunque Andrés Revuelta y Javier Ambel también estuvieron bien.
¡Ah! se me olvidaba, la terna de matadores en el día de hoy eran Miguel Ángel Perera, Juan Leal y Álvaro Lorenzo.
El de la Puebla de Prior no se lo ponen fácil en Madrid pues no dejan de reprocharle ciertas salidas de tono públicas e incluso insultos y malas formas contra algún sector de la plaza en alguna de sus visitas anteriores.
Hoy su lote le ha dado pocas opciones pero él las ha tratado de exprimir al máximo. En su primero inicia la faena por arriba, el toro pide la muleta por abajo, Perera lo ve y consigue varias series de calidad pero con el paso del tiempo el animal empieza a puntear el engaño y la faena no llega a alcanzar las cotas esperadas, se mete en cercanías, estocada trasera, petición minoritaria y saludo desde el tercio es su recompensa.
Al cuarto le planta faena en los medios pero cuando trata de enlazar los muletazos el animal protesta, lo intenta Perera pero un tanto fuera de cacho, el toro va a peor y el extremeño lo pasaporta de espadazo hábil.
Que Juan Leal se encuentra en su salsa viviendo entre los pitones es una realidad y que sean cuales sean las cualidades de sus toros busca esos terrenos con ahínco y sale adelante poniendo al público al borde del infarto. Pues aún así y de uno en uno, a su primero le ha sacado muletazos templados, pero insiste en su tauromaquia y hasta que no consigue que el toro haga un ocho a su alrededor rozándole la taleguilla no ceja en su empeño, en su segundo más que en su primero pero todo muy parecido. Pinchazo y estocada en su primero y estocada corta y descabello en el segundo pusieron el epílogo a sus actuaciones en el día de hoy.
Y cerraba la terna Álvaro Lorenzo. Esta tarde ha sido la que menos me ha gustado de sus últimas actuaciones en Madrid, no le he visto ni suelto, ni con alegría, ni con la solvencia y suficiencia de sus dos tardes en el San Isidro pasado.
Al tercero de la tarde lo muletea un tanto acelerado y sin mover el engaño con suavidad, algún trayazo descompone la actitud del toro además del exigente inicio. Alguna serie con cierta calidad pero la cosa no llega a romper. Estocada entera que tumba al toro precede a la ovación del público.
En el último del serial la cosa es más complicada. La técnica debe imponerse y Álvaro lo intenta presentando la muleta de varias formas, el toro repone si se le pone retrasada y no pasa si busca el embroque desde el principio de la embestida, aún así el animal se va cerrando cada vez más a las tablas tirando algún gañafón cuanto el torero trata de someterlo, la faena se va alargando, el toledano entra a matar pinchando en dos ocasiones y acobardado el animal acaba por echarse para no levantarse más y fin.
Esto es todo lo que les he podido contar del festejo de hoy bajo mi punto de vista.
La Feria de Otoño 2022 llegó a su fin.
Hasta la próxima si Dios quiere.
Crónica: Tomás Mata Menchero
Fotos: © Alfredo Arévalo. Plaza 1
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de Toros de Las Ventas. Sexta y última de la Feria de Otoño. Corrida de toros. Más de tres cuartos de entrada en tarde soleada. 19.123 espectadores según Plaza 1.
Toros de Fuente Ymbro y uno, el sexto de Puerto de San Lorenzo. Bien presentados, serios, pero de escaso juego en general por su poca raza y fondo.
Miguel Ángel Perera (marfil y oro), ovación tras aviso y silencio.
Juan Leal (verde bandera y oro), ovación tras aviso y silencio.
Álvaro Lorenzo (gris plomo y oro), ovación y silencio.