Primera oreja del ciclo isidril para Román que rozó la Puerta Grande. El mexicano Leo Valadez con luxación en el hombro derecho no pudo matar su segundo toro.
Tarde de ambiente típico de San Isidro con más de tres cuartos de entrada, climatología agradable y expectación en cuanto a lo que sería capaz Ricardo Gallardo, propietario de la ganadería titular, de traer este año por estos lares tras el desencanto general que los pupilos de Fuente Ymbro causaron el año
pasado.
La corrida de toros fue de presentación impecable con las hechuras más que reconocibles de su procedencia Jandilla, con el volumen perfecto, serios de cara con las defensas acodadas y puntas hacia arriba, serios, armónicos, predominando el negro en sus pelajes a excepción del castaño corrido en primer lugar y de comportamiento un tanto desigual ya que es lo que tienen los toros mansitos pero encastados y eso siempre hace tener especial atención por parte de los aficionados por la incertidumbre de sus acometidas destacando sobre manera el lidiado en segundo lugar y en menor medida pero interesante el sexto que saltó al ruedo venteño.
De procedencia primigenia de Vistahermosa por la vía de Parladé, Tamarón, Conde de la Corte y continuar por la línea recta de Juan Pedro Domecq Núñez, Domecq Díez, Jandilla para llegar al final a Fuente Ymbro ganadería que quizás sea la de sangre más pura de su encaste.
Del público ¿qué decir? Pues que hoy no había predisposición ni a favor ni en contra de los actuantes, ni pasiones desmesuradas, era un público más de Madrid que critica y valora en su justa medida lo que ocurre en el ruedo sin influencias mediáticas premeditadas, en pocas palabras la afición de Las Ventas que premia con justeza lo bien hecho y critica sin aspavientos lo que a su juicio no se realiza de forma correcta y así lo han podido comprobar los actuantes de la terna que para la ocasión compusieron David Fandila “El Fandi”, Román y el mexicano Leo Valadez.
De El Fandi decir de antemano que él que ha pisado en multitud de ocasiones la arena de esta plaza debería tener claro que aquí no es cuestión de cantidad sino de calidad y verdad, y por supuesto que desmonterarse para pedir al palco los cambios de tercio es cosa impropia.
Al de Granada le correspondió en suerte en primer lugar el único toro castaño del encierro, muy ofensivo de pitones y de amplias sienes que fue ovacionado de salida. No lo fijan de salida y el
Presidente D. Eutimio Carracedo saca el pañuelo para que salgan los varilargueros, que prisas por Dios, el toro marca en las primeras acometidas que el pitón derecho no va a ser el mejor, tampoco se emplea en el caballo y tras ese primer encuentro realiza un quite por chicuelinas pero que el animal admite con
poca entrega. El segundo tercio lo ejecuta el torero de granada con más voluntad que acierto. Ya con la muleta el animal muestra de nuevo que el mejor pitón es el izquierdo pero El Fandi no consigue el acoplamiento necesario para que los tendidos muestren excesivo interés por su labor, toro va y toro viene pero aquello no tiene profundidad en absoluto. Despachó al toro de media estocada tendida. Aviso y silencio.
El segundo de su lote, cuarto de la corrida hacía honor a su nombre “Tremendo”, un toro con cuajo, hondura, estrecho de sienes y con las puntas hacia arriba. Acude el burel al caballo de picar apretando para los adentro cuando el granadino toma de nuevo las banderillas adornados con los colores de su ciudad natal y pone en apuros al torero que tiene que tomar con rapidez el cobijo del burladero, otro tercio mediocre con los palitroques. “Tremendo” acude a la muleta que le ofrece El Fandi con presteza y exigencia lo que hace que los tendidos tomen parte enseguida a favor del toro pero pronto se aprecia que el toro marca una tendencia hacia las tablas y va reduciendo su acometividad quedándose corto a medida que avanza la faena. Estocada bajísima, aviso y otro silencio desde los tendidos.
El sexto es un toro del que se tiene que hacer cargo de nuevo de su lidia y muerte El Fandi por percance del mexicano Leo Valadez, toro muy astifino, rematado por todos los lados, un ejemplar astifino y muy bonito de hechuras al que el torero recibe de capote de forma aceptable pero sin mucho empaque
capotero y eso que el diestro de Granada es un consumado maestro en esas lides. Nuevo tercio de banderillas por parte del diestro consiguiendo en el segundo par la ejecución más perfecta de toda la tarde al ser el único que clava asomándose al balcón en toda la tarde. Con la franela en mano inicia El Fandi una labor que a la postre resultó ser anodina y sin profundidad ni acople y eso que el toro mostró buenas condiciones al inicio del trasteo, aunque o bien porque el torero no calcula bien las distancias y la colocación o bien porque el toro se siente aburrido de tanto pase sin ton ni son, el caso es que aquello no toma forma y desde los tendidos se muestran ciertas discrepancias con una labor finiquitada con otra estocada de colocación baja. Tercer silencio de la tarde para el granadino que lo mejor que hizo en toda la tarde, bajo mi punto de vista, fue lucir un terno precioso.
Y llega el turno de Román al que le corresponde en primer lugar un toro espectacular de bonito, tocadito del pitón derecho y armónico hasta decir basta, Orgulloso de nombre y que a mi juicio fue el mejor de toda la corrida.
Lo recibe Román con el capote donde ya el animal da muestras de una humillación extraordinaria y obediente a la hora de acudir a los cites de su matador. Derriba con estrépito en su primer encuentro con el montado de turno y acude con presteza en el tercio de banderillas.
Brinda el valenciano a la concurrencia y aunque al toro le cuesta arrancarse de lejos, cuando lo hace repite las embestidas con transmisión y entrega con el hocico a ras de la arena. Series vibrantes de Román sobresaliendo dos tandas de naturales seguidos de otra con la derecha que ponen al parte del público en pie finalizando con un cambio de mano espectacular llevando al toro prendido, templado y unos muletazos por debajo de mucha enjundia. Mata de una buena estocada entrando por derecho, el toro tarda en caer y recibe el diestro un recado presidencial, pero cuando dobla surge una petición de ley concediendo el Presidente una oreja de mucho peso.
El quinto es de otra condición en la muleta a la que llega sin haberse empleado demasiado en los tercios anteriores y apretando mucho para dentro, tanto es así que hace hilo a César Fernández cogiéndole sin que nadie meta un capote por estar mal colocados el resto de compañeros, afortunadamente todo
queda en un susto sin consecuencias.
Con la pañosa Román tira la moneda al aire y construye una muy meritoria labor pues el toro viene midiendo al torero en cada una de sus embestidas, no se arruga el rubio torero y consigue muletazos de un mérito increíble a base de riesgo y valor, mucho valor. Con los aceros receta en primer lugar una estocada entera contraria al irse detrás de la espada con mucha rectitud, el animal tarda tanto en caer que llegan a sonar dos avisos y aunque no acertó al primer intento de descabello el toro acaba echándose, sale el matador a recibir una gran ovación desde el tercio pero es obligado por el respetable a dar la vuelta al ruedo. Muy bien Román esta tarde en Las Ventas.
Completaba la terna el “hidrocálido” de Aguascalientes (México) Leo Valadez al que le correspondió lidiar al tercero de la tarde un toro que lucía por todos los lados ser un Jandilla total pero un tanto cortito de cuello al que Valadez no puede parar con el capote como nos tenía acostumbrados en comparecencias anteriores. El toro acababa siempre pegando unos tornillazos tremendos al final de cada embestida aunque a pesar de ello ejecuta un quite muy vistoso alternando chicuelinas con
tafalleras tras la salida de su primer encuentro con el picador.
En la muleta se muestra muy violento el de Fuente Ymbro tirando siempre unos derrotes tremendos al final de cada muletazo. El mexicano no se arruga y porfía con el animal hasta el punto que al intentar una arrucina el toro le voltea de forma espectacular intentando hacer presa con saña al torero en el
suelo, se recompone el matador y vuelve de nuevo a la cara del toro, pero el animal acentúa aún más sus problemas ante lo cual Leo coge la espada de verdad para entrar muy derecho para ejecutar un volapié del que sale mal parado al sufrir un palizón tras toparse de lleno con la cara del animal aunque logra una estocada que acaba con el peligroso animal a cambio de dar muestras de no poder mover el brazo y con ostensibles síntomas de dolor yéndose a la enfermaría por su propio pie para no volver a salir a hacerse cargo de la lidia y muerte del segundo toro de su lote del que como ya he comentado anteriormente se hizo cargo David Fandila “El Fandi”.
Y eso es lo que ha dado de si la segunda corrida de San Isidro bajo mi punto de vista como digo siempre.
Mañana más y mejor.
Crónica: Tomás Mata Menchero.
Foto: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)
Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Corrida de Toros de Fuente Ymbro para El Fandi, Román y Leo Valadez. Casi lleno.
Ficha del festejo:
El Fandi, silencio con ovación al toro en el arrastre, silencio con palmas en el arrastre y silencio
Román, oreja tras aviso con vuelta al ruedo al toro en el arrastre, vuelta al ruedo tras dos avisos con ovación al toro en el arrastre
Leo Valadez, herido
Incidencias: Leo Valadez entra a enfermería por su propio pie tras ser prendido mientras entraba a matar al tercero de la tarde. Es trasladado a La Fraternidad. Se hará cargo de la lidia del sexto El Fandi.