Las graves cogidas a los novilleros Miguel Serrano y Víctor Rodado, este último trasladado en helicóptero al H.G.C.R., empañaron la tarde de Porzuna. Miguel Serrano cortó dos orejas en el único que mató y los matadores de toros Álvaro Lorenzo y Carlos Aranda pierden el triunfo por el mal uso de la espada.
Volvíamos un año más a Porzuna a un festejo taurino. En esta ocasión se había organizado una corrida de toros mixta con cuatro toros del hierro de Alcurrucén y dos novillos del hierro jienense de Jiménez Pascuau.
Una terna joven compuesta por toreros castellano manchegos. Los matadores de toros Álvaro Lorenzo y Carlos Aranda y el novillero Miguel Serrano.
En primer lugar hay que destacar la presentación de todo el encierro, tanto los toros como los novillos. Muy bien presentados los seis, con trapío más que de sobra, posiblemente excesivo para una plaza de toros portátil como es la de Porzuna.
El toledano Álvaro Lorenzo demostró esta tarde que el triunfo del pasado mes de mayo en Madrid no ha sido casualidad. Lorenzo lidió dos toros de distinta condición donde se pudo ver la amplitud de la tauromaquia del toledano. Si bien en su primero, un toro que pareció arrastrar algún problema físico, lo trató con suavidad para poder mantenerlo en pie hasta que se paró. Un verdadero arrimón el que se pegó ante este primero de Alcurrucén.
En el cuarto de la tarde, Álvaro disfruto más y ejecutó una faena de largo metraje con series de mucha calidad por ambos pitones. Una verdadera lástima, que el mal uso de los aceros, emborronaran una tarde de mucho compromiso y capacidad de Lorenzo quedando su labor en ambas ovaciones.
Carlos Aranda se enfrentaba a su primera corrida de toros de la temporada. Cierto es que ya ha tenido algunos compromisos menores que le han servido para ir soltándose, pero el compromiso serio de corridas de toros empieza ahora.
No pudo lucir con el capote en ninguno de sus toros, salvo algún lance suelto. Con la muleta realizó dos faenas de menos a más, acoplándose mejor de mitad de faena hacia adelante. Mejor en su segundo toro, pues el primero se vino abajo muy pronto. Sin duda este compromiso le valdrá al de Daimiel para afrontar de mejor manera su importante cita el próximo día 21 en la capital. Brindó su segundo toro a la representación de la Peña Taurina de Daimiel, que se desplazaron a acompañar a su paisano. La espada dejó su labor en sendas ovaciones.
El novillero Miguel Serrano fue el triunfador de la tarde. Se nota su progresión y probablemente ya esté preparado para dar el paso al escalafón superior. Faena importante, pero demasiado acelerada en algunos momentos. Cuando bajó la intensidad, logró los mejores muletazos, con gusto y relajación, ligando las series y rematando con mucho sabor. Después de dos pinchazos, mató de estocada y se le premió con las dos orejas.
En el sexto salió el novillero a «revienta calderas» y recibió al novillo en el tercio con varias largas cambiadas. En una de ellas el novillo se lo llevó por el pecho, propinándole una espeluznante voltereta que hizo pensar lo peor, pues lo cogió del pecho de muy fea manera. Al caer en un derrote le propinó una cornada en el muslo de pronostico grave. No pudo continuar la lidia y salió en su lugar el novillero sobresaliente Víctor Rodado. No es el momento de valorar si este novillero estaba o no preparado para afrontar un compromiso de esta exigencia, y menos aún cuando, al escribir estas líneas, permanece en un quirófano siendo intervenido por una grave cornada. Ya habrá ocasión de analizar su actuación con más perspectiva. Rodado se vio superado desde los primeros instantes y, en los compases iniciales de la faena, el novillo lo arrolló, causándole una cornada de gravedad que obligó a su evacuación en helicóptero al Hospital General de Ciudad Real. Se hizo cargo de la muerte de este novillo el sobresaliente de los matadores de toros Enrique Martínez «Chapurra».
Crónica y galeria fotografica: © Manuel del Moral Manzanares
Ficha del festejo
Plaza de toros de Porzuna (portátil), más de media plaza en tarde calurosa.
Se lidiaron cuatro toros de la ganadería de Alcurrucén y dos novillos del hierro de Jiménez Pascuau, bien presentados y de buen juego en general.
Alvaro Lorenzo; ovación en ambos.
Carlos Aranda; ovación en ambos.
Miguel Serrano; dos orejas en el único que mató.
Actuaron de sobresalientes, Enrique Martínez «Chapurra» como matador de toros y Víctor Rodado como novillero.
Partes médicos de los heridos.
Miguel Serrano
Herida por asta de toro en tercio medio de muslo derecho con afectación de aponeurosis y vasto externo sin afectación vascular. Con trayectoria de 10 cm. Contusión de cara externa del fémur, tensor de la fascia vasta también afectada.
Se procede a Friedecich y reconstrucción de planos musculares superficiales drenaje de Penrose y vendaje compresivo. Se encuentra estable hemodinámicamente y se traslada al hospital para tratamiento y observación. Pronóstíco grave.
Víctor Manuel Rodado
Herida por asta de toro en región inguinal derecha que precisa exploración en quirófano.
Se traslada en helicóptero hemodinámicamente estable a Hospital General de Ciudad Real.
Trayectoria ascendente de 5 cm, sin afectación de paquete vasculonervioso. Pronóstico grave.
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