Cargando La Suerte

Puertollano con su feria de mayo y su corrida de toros una bonita tarde de primavera, que al principio pareció amenazar algún posible chubasco, pero que a la postre se tornaría en serenidad y buena temperatura para disfrutar de una buena tarde de toros. En el cartel, anunciados tres matadores de toros contrastados, y en el tendido mucha juventud, ya que acertadamente la empresa Hnos. Lillo facilitó el acceso a los menores de 14 años gratuitamente, gestión digna de resaltar. Por el contrario es de lamentar la escasa afluencia de público, que apenas ocupó un tercio del tendido. Se podría analizar de muchas maneras, con el hándicap de las cámaras de Castilla la Mancha Televisión, pero creo que sería poner paños calientes al asunto.

Por delante de los tres matadores en el cartel se anunció una corrida del hierro sevillano de Soto de la Fuente. Para ser más exactos en el término municipal de Guillena, final de la campiña sevillana a unos 25 km de la ciudad hispalense y con procedencia Juan Pedro por la vía de Hermanos Sampedro y Luis Algarra. Una corrida inválida en términos generales con una exagerada falta de fuerzas, celo, acometividad y transmisión. Alguno hubo que en los primeros tercios se movió con un tranco alegre y esperanzador, pero en el peto de los del castoreño se terminaba el cuento.

El Cid y su constante pelea por tratar de reencontrar su mejor versión, se las vio con un lote deslucido como toda la corrida. Ante el primero poco pudo hacer el de Salteras salvo cuidarlo y evitar el derrumbe. Faena vacía de contenido por razones lógicas por la que escuchó cariñosas palmas tras un pinchazo y una estocada desprendida. El cuarto devuelto a los corrales porque ya al respetable se le atragantaba eso de la exagerada falta de fuerzas y por consiguiente la falta de contenido (emoción, interés, espectáculo) en el ruedo. El sobrero salió discreto, Espartaco lo señaló para cuidarlo y después el presidente lo cambió de tercio con tres palos, pero el sevillano arregló el cuadro, tirando de voluntad y de fe, en una faena de oficio en la que supo pulsear al comienzo la aburrida embestida del sobrero, para después apretarlo y conseguir dos tandas de derechazos que animaron al personal. Varios desplantes con unos momentos finales que el torero supo inventarse para terminar matándolo de una estocada traserita que le valdría el doble trofeo. Pareó bien al primero Curro Robles así como Pirri en su eficacia y sus puntillazos.

Iván Fandiño daba las buenas tardes al castaño que hizo segundo con tres buenos lances a la verónica y una media que tuvo sabor. En el caballo medido al máximo. Se asomó al balcón con los garapullos uno de los de plata que va dar mucho que hablar, Iván García y antes de comenzar la faena, el torero brindó a su ayuda de mozo de espadas, Javier Galán. En la muleta se fue apagando y aburriendo el de Soto de la Fuente con una vulgaridad que contrarrestó Fandiño a base de construir una labor que perfectamente podría haber sido resuelta con un macheteo por la cara y la espada, y que sin embargo tuvo el de Orduña la voluntad de exprimir lo que allí quedaba. Un escaso pitón derecho aprovechado con fe y un pitón izquierdo molesto por donde encima no quería nada. Con la espada un cañón, atracándose incluso de toro, quedando contraria la estocada que le valdría la oreja. En el segundo de su lote salió “un pavo” que no llegaba a ser desagradable pero serio hasta decir basta para una plaza de la categoría de Puertollano. El comportamiento durante toda la lidia, de tío listo, enterándose de todo y midiendo hasta los que se movían por el callejón. Al caballo de Rafael Aguado lo zarandeo con violencia hasta derribar al varilarguero y de ahí al que hacia la puerta para apretar de nuevo con poder. En este momento y sin que nadie pidiera el cambio, con el toro aun sin terminar de picar el presidente cambia el tercio inexplicablemente en otra decisión desafortunada hoy del palco presidencial. Iván García de nuevo estuvo bien con el capote en la brega y con la muleta Fandiño mostró la mejor versión del torero. Faena llena de detalles para analizar positivamente, con una tónica general de principio a fin, que es la firmeza. Dicha firmeza ante este serio quinto de la tarde la aplicó Fandiño desde los medios, aguantando un peligro sordo con las plantas asentadas y dándole todas las ventajas, consintiendo hasta la saciedad una embestida incierta, y para colmo templando y consiguiendo que resultara brillante con buenos muletazos por el pitón derecho principalmente. Para que esto fuera completo, la espada de nuevo perfecta, haciéndolo todo el torero, un volapié de cartel de toros. De haber utilizado una vara de medir equitativa el palco debería haber otorgado las dos orejas, dejando el premio en una, a la labor más meritoria e importante de la tarde.

Luque se estrelló con un imposible tercer toro al que tuvo que matar abreviando, pues el de Soto de la Fuente, tenía la fuente de raza y fuerza totalmente seca. Con el que cerró plaza, dejo el de Gerena bonitos lances tanto con el capote, en varias verónicas acompasadas como con la franela, que le vuela estupendamente cuando deja salir esa expresión corporal innata que tiene este torero. Trincherillas y remates por abajo que ejecuta con una facilidad pasmosa componiendo mucho y consiguiendo lo que se llama profundidad, o belleza en los muletazos. Terminó el trasteo a este sexto con una tanda de “luquesinas” que terminó de alborotar a un público con ganas de pasarlo bien. Igual que al tercero lo mató perfecto, a este no le vio la muerte Daniel, pinchándolo y matándolo de manera defectuosa para con ello, perder un triunfo que le habría valido para salir en hombros con sus compañeros.

Un festejo el de hoy en Puertollano con un resultado que podría parecer engañoso si tenemos en cuenta el fiasco ganadero de la corrida de Soto de la Fuente, pero que termina con dos toreros a hombros. Uno, el de Salteras con la veteranía y el oficio y otro que deja una dimensión importante, de la mejor versión de Iván Fandiño que últimamente habíamos visto, con la mirada puesta en Madrid, en la inminente feria de San Isidro.

Crónica: Víctor Dorado Prado

Galería fotográfica: Manuel del Moral Manzanares

Ficha del festejo

Plaza de Toros de Puertollano – Un tercio de entrada – Temperatura agradable.

Se lidiaron toros de Soto de la Fuente, bien presentados pero inválidos y sin raza.

El Cid (Verde Esperanza y Oro): Palmas y dos orejas.

Iván Fandiño (Canela y Oro): Oreja y oreja.

Daniel Luque (Grana y Oro): Palmas y ovación

El Cid y Fandiño salieron a hombros.