A Plaza 1 le cuadran las cuentas pero al aficionado no le gusta lo que la empresa les da a cambio.
Lo de la afición de Madrid es increíble, llenar la Plaza hasta la bandera con el agua que ha caído en la Capital durante todo el día y la tarde barruntando más de lo mismo, y acudir pertrechados para guarecerse de las inclemencias meteorológicas que por afortuna respetaron a lo largo de la duración del festejo ya que dejó de llover minutos antes de que comenzara y no volvió a caer ni una gota durante el mismo.
La corrida se celebraba en homenaje al bicentenario de la Policía Nacional, reconocimiento más que merecido por la labor que estos hombres y mujeres realizan por los ciudadanos de nuestro país con un sacrificio y abnegación enormes. Lo de los 200 años es otro cantar pero que yo no voy contar pues de clases de historia se deben ocupar otros.
En cuanto a lo acontecido hoy en el coso de la calle Alcalá, 237, yo he sacado una conclusión muy particular y como yo, creo que la mayoría de los aficionados que como he dicho anteriormente hicieron que por décimo tercera vez en este ciclo isidril se colgara el cartel de “No hay billetes” y esa conclusión es tener claro quién o quienes no deberían volver por estos lares durante un tiempo. ¿Nombres? Pues pongan ustedes los primeros que se les venga a la cabeza y seguro que coincidimos, la ganadería de Román Sorando es uno pues lo que ha traído para la corrida de hoy raya en lo vergonzoso, toros, bueno toritos que hace solo dos meses se les cantó el “cumpleaños feliz” porque fue hace dos meses cuando cumplieron la edad mínima para ser lidiados como toros, pero a su vez otros que les faltaba poco tiempo para no poder lidiarse por estar próximos el cumplir los seis años y encima ni los unos ni los otros sirvieron absolutamente para nada ya que eran mansos, inválidos, descastados, sin clase ni entrega ni nada de nada aunque no les fueron a la zaga los sobreros de José Vázquez que sustituyó al tercero y de Montalvo que sustituyó al sexto. Otro de los nombres que debería pensárselo antes de volver por aquí es Pablo Aguado porque una cosa es que no tenga suerte en los sorteos y otra muy distinta gesticular de mala manera contra el ocupante del palco en el día de hoy D. Víctor Oliver por devolver a los corrales al inválido tercero y encararse con parte de los aficionados solicitar al Presidente lo mismo y eso no está bien torero, eso está feo, nosotros estaremos siempre aquí y usted vendrá o no. ¿Quieren más nombres? Pues el grupito de personas jóvenes que se han colocado en el tendido alto del 7 que ni saben ni se comportan con el respeto que debe prevalecer en esta plaza, de estos no sé todos los nombres claro está y por último diré tres nombres que desgraciadamente estamos condenados a ver durante mucho tiempo pero que si se fueran no pasaba nada, al contrario, creo que saldríamos ganando y estos serían Simón Casas, Rafael García Garrido como empresarios de Las Ventas y su equipo de veedores y veterinarios que se han lucido este año y no voy a seguir porque me quedo solo al final y bueno ya puesto pues el Director Gerente del Centro de Asuntos taurinos de la Comunidad de Madrid. Ya está bien, así no se puede seguir porque todos estos juntos pueden hacer bueno al Ministro Urtasun que ya es decir porque este al menos se declara abiertamente antitaurino pero los otros nos están minando desde dentro.
Que mal lo de esta tarde en Madrid, que mal y eso que el cartel era prometedor siendo este el compuesto por el riojano de Arnedo Diego Urdiales, el sevillano Juan Ortega que ya está colmando nuestra paciencia y el también sevillano Pablo Aguado que podía haberse callado un poquito esta tarde, dedicarse a lo suyo y asumir como un profesional lo que le depare el haberse dedicado a esta profesión.
Se esperaba también a los toros jienenses de Román Sorando y que si en crónicas pasadas dije que lo de Alcurrucén y El Cortijillo al matadero pues los de Román Sorando que se pongan a la cola también. No me voy a molestar ni a decirles procedencia ni encaste ni nada de nada ¿para qué? Qué más da decir que tengo manzanas Reineta, Fuji o Golden si están podridas pues las tiro y ya está.
El primer toro del lote de Diego Urdiales es un animal alto y astifino al que el riojano recibe por verónicas de las que sale suelto, huyendo después de pasar por el caballo por primera vez y sin entrega la segunda. En banderillas echa la cara arriba.
Cuando Urdiales coge la muleta el toro muestra poca raza y eso que no tiene malos embroques que aprovecha el matador para dar algún natural de mérito pero que no despierta mucho interés en los tendidos y como es este un torero que nunca se guarda nada intenta lo imposible esperando mucho entre muletazo y muletazo de forma muy torera y clásica como es su forma de torear. Pinchazo delantero es el que basta para que el toro se eche. Silencio.
El cuarto es algo más serio y bizco del pitón derecho con mucho cuello que en el capote embiste con las manos por delante y que en tercio de varas demuestra mansedumbre al salir suelto del segundo encuentro con el picador de turno. Con la cara alta acude en banderillas, el toro es áspero y con genio en la embestida y con la mirada siempre en Diego Urdiales en el tercio de muleta tirando gañafones constantemente y como escondido agazapado sin gastar nada de fuerza. No hay nada que hacer y de esta guisa cambia de espada Urdiales y de un pinchazo hondo y agarrado acaba con este toro tan desagradable. Silencio.
Se esperaba que Juan Ortega nos deleitara con su gran manejo de capote ejecutando las verónicas pero este toro basto y veleto no termina de desplazarse en los primeros capotazos y no se puede lucir el sevillano. Mansea en varas sin emplearse y saliendo por su cuenta, tres picotazos recibe pero son poca cosas y además se muestra rajado en banderillas sin querer saber nada de ese tercio.
Con la muleta es un correr constante del torero detrás del manso pregonado indecente. Aburrido de la maratón lo despacha de estocada habilidosa y que pase el siguiente.
El segundo del lote de Juan Ortega tampoco le deja al torero desplegar su afamado arte con el capote y hace una pelea aceptable con el caballo en la primera vara pero peor en la segunda. Pendiente estaba yo de nuestro amigo Jorge en banderillas por comprobar cómo estaba después del percance sufrido hace unos días y lo cierto es que ha cubierto su turno de forma muy aseada y eficaz de lo que me alegro muchísimo.
El último tercio es fácil de explicar pues cada vez que le exige Juan al toro este se derrumba totalmente y como intente lo que intente no va a servir de nada pues se limita a matarlo de forma muy desafortunada con el acero. Yo particularmente echo en falta en estos casos el recurso de lidia a la antigua doblándose con el toro y tocándole los costados al animal que no vale, pero en fin es lo que ahora no se ve nunca. Silencio.
Corresponde el tercero de la tarde a Pablo Aguado. Un toro muy astifino y poco cuajo al que el sevillano recibe por verónicas destacando dos de ellas sobre todo. Se le pica de forma muy defectuosa y como el animal no tiene fuerzas se protesta mucho desde los tendidos y aunque el Presidente espera hasta el tercio de banderillas, después del primer par saca el pañuelo verde. Aguado se manifiesta enfadado gesticulando al palco e incluso desafiante con la mirada a parte de la afición que pidió la devolución del toro. Eso no se hace Pablo, eso está muy mal y repercutirá siempre en tu contra que esto es Madrid y Madrid no olvida.
Sale como tercero bis un toro con cara de viejo listo que no es ni armónico de hechuras con el que se luce en alguna de las verónicas de recibo. Mansea en el caballo y encima con la cara arriba es con lo que llega al peto. Mide y espera en banderillas. El toro es deslucido en los primeros compases con la muleta quedándose cortísimo en cada muletazo pero entre unas cosas y otras no hay forma de lucirse en ningún aspecto. Media estocada y ya está. Silencio.
El sexto hace una salida un tanto rara que obliga a ser parado de manera muy eficaz por Juan Sierra. Empuja mucho en el caballo y el picador le da de lo lindo y en la paletilla, toro al suelo y devuelto a los corrales.
Sale como sexto bis y sin divisa “joer, joer” que esto es Madrid, un toro de Montalvo muy serio y de pecho ancho del que se tiene que hacer cargo de Nuevo Pablo Aguado y siendo de esta manera que el torero vino a matar dos de Román Sorando y no va a matar ninguno de esta ganadería.
El animal tiene humillación pero tira derrotes constantemente hasta que después de sacárselo Aguado a los medios en uno de esos derrotes desarma al torero. En el tercio de varas hace exactamente lo mismo, dar cornadas al peto de forma desaforada y en las dos ocasiones en las que acude y por si fuera poco acorta los viajes en banderillas. Con la muleta voy a ver si explico bien lo que hace el matador. El toro se queda corto y descompuesto, el animal es horriblemente malo. Pinchazo, pinchazo, pinchazo, pinchazo, descabello y descabello. Fuertes pitos y “pa casa”.
Ah, decir que antes de deshacer el paseíllo se guardó un minuto de silencio en recuerdo de los fallecidos en acto de servicio de esos ángeles de la guarda que son para todos nosotros los miembros del Cuerpo Nacional de Policía y acto seguido se interpretó por parte de la banda de música la versión corta del Himno Nacional.
Mañana corrida de la Beneficencia que si les digo la verdad no sé muy bien para quien va el dinero que genera esta corrida extraordinaria pues antiguamente era para el Montepío de Toreros y los toreros actuaban altruistamente pero ahora me temo que la recaudación va a los mismos números de cuentas corrientes que todas las corridas anteriores de este San Isidro.
Señores, mañana termino también mi serial de crónicas aunque seguiré haciendo las de todos los festejos que se celebren en la plaza de Las Ventas del Espíritu Santo si no me da el finiquito el señor Director de Cargando la Suerte.
De todas formas mañana más y mejor.
Crónica: Tomás Mata Menchero
Foto: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)
Plaza de toros de Las Ventas.