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Fernando Adrián, desorejó al sexto de la tarde, un buen toro de Juan Pedro Domecq y consigue abrir la Puerta Grande de Las Ventas de forma consecutiva. Su Majestad el Rey don Felipe VI presenció la corrida desde el Palco Real.

En una tarde bochornosa por el calor que caía a plomo en Madrid, se celebró esta tarde en la plaza de toros de Las Ventas la tradicional corrida de la Beneficencia presidida desde el Palco Real por S.M. El Rey Felipe VI en cuyo honor sonaron los acordes del Himno Nacional al hacerse presente acompañado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y el diestro alicantino Luis Francisco Esplá.

Sin duda alguna el cambio de fecha con respecto al anunciado desde hace tiempo restaron parte de afluencia de público en los tendidos que registraron algo más de dos tercios del aforo y es que hay cosas que nunca se deberían improvisar con tan poco tiempo de antelación.

Al finalizar el paseíllo se guardó un respetuoso minuto de silencio en memoria del diestro orduñés Iván Fandiño fallecido en Francia tal día como hoy a consecuencia de una fatídica cornada que le infirió el toro «Provechito» en la plaza de Aire-sur-L`Adour, siendo trasladado de urgencia a un centro hospitalario de Mont de Marsán donde se produjo el fatal desenlace.

En los alrededores y pasillos de la plaza había comentarios entre los aficionados, antes de comenzar el festejo, sobre cuál de los tres toreros que iban a hacer el paseíllo en la tarde de hoy había hecho más méritos durante la pasada Feria de San Isidro. Sebastián Castella había hecho un serial importante, cornada incluida, para haberse hecho acreedor a ser acartelado el día de hoy al abrir con todo merecimiento la Puerta Grande el pasado día 19 de mayo. Emilio de Justo había hecho lo propio el día 11 de mayo con toros de Garcigrande aunque su segundo paso por la feria fue algo más desafortunado y Fernando Adrián, una de las revelaciones del ciclo isidril también había conseguido abrir de par en par la puerta que da acceso a la calle de Alcalá en su comparecencia con toros de Santiago Domecq el último día del mes pasado y ha sido el torero de Torres de la Alameda quien ha vuelto a descerrojar la Puerta Grande de Las Ventas en la tarde de hoy para volver a salir en volandas de los aficionados. Lo ha vuelto a hacer, se podrá discutir los méritos o no, pero lo cierto es que Fernando Adrián lo ha hecho de nuevo y dando una dimensión mayor que la que dio la vez anterior.

En los chiqueros esperaban tres toros de Juan Pedro Domecq de buena presentación, un tanto flojos que dieron un juego desigual, dos toros del hierro albaceteño de Daniel Ruiz que lucieron divisa negra por el fallecimiento no hace tantas fechas de su anterior propietario que se lidiaron en primer y tercer lugar de presentación muy justa, escasa diría yo, para una plaza como esta cuya presencia al saltar a la arena fue muy protestada por un sector del público por su poco trapío, que mansearon a lo largo de sus lidias y flojeando en exceso. Remendó la corrida un toro del hierro de Victoriano del Río que se corrió en quinto lugar que sacó poder en el último tercio planteando problemas de manso encastado.

Los tres matadores brindaron a S.M. El Rey los respectivos primeros toros de sus lotes.

Correspondió en primer lugar a Sebastián Castella un toro muy astifino, fino de hechuras pero falto de remate al que Castella recibe por verónicas más voluntariosas que otra cosa pues el toro no acomete con el celo necesario para el lucimiento. Acusa justeza de fuerzas tras pasar por el tercio de varas y en un quite por saltilleras sufre el torero un fuerte revolcón del que se repone el diestro y vuelve a repetir por el mismo tipo de lances. Cambiando por la espalda desde el centro del anillo comienza el galo su actuación muletera, es decir, como hacía antaño para después pasar con la diestra alguna serie templada a media altura por la debilidad del astado. La faena tiene cierta ligazón en su desarrollo aprovechando la inercia de las embestidas rematando su labor con manoletinas a las que precedió una serie con la diestra de mano baja y gran mérito. Cobra una estocada de buena colocación tras un pinchazo que originó un recado por parte de D. José Luis González Presidente del festejo y al doblar el de Daniel Ruiz el torero es ovacionado.

El cuarto es un toro colorado, rematado con los pitones un tanto engatillados al que el de Beziers para por verónicas. Mansea el toro en el primer tercio y no se emplea en los engaños pero Sebastián ejerce de torero inteligente y comienza su labor muletera con doblones perfectos por abajo, el animal se pone andarín pero el matador aplica la técnica de darle distancia para verle venir hasta que el animal empieza a acusar el poder de la muleta del francés y comienza a reponer sobre las manos. Perfecto Sebastián en función de las posibilidades que le ofrece el toro con el punto de casta que este saca al final. Aviso durante la labor con la franela y gran estocada marcando los tiempos. Petición que no es atendida y vuelta al ruedo  de mérito para el torero.

Es el turno de Emilio de Justo en el segundo toro de la corrida, un toro negro listón, amplio de sienes y tocadito el pitón derecho al que sorprendentemente recibe el torero con una larga cambiada en el tercio y verónicas rematadas con dos medias. El toro tiene alegría en su embestida sobre todo acudiendo desde lejos y es así como acude al caballo las dos veces, acusa tendencia a los terrenos de adentro en el tercio siguiente e incluso al inicio del trasteo con la muleta. Se levanta el viento y hay que irse a terrenos del 6 abandonando los iniciales terrenos de los medios donde el toro acusaba menos la tendencia de irse a las tablas, pero en la zona elegida el animal no hace más que empeorar su condición y comienza a defenderse y el extremeño recurre a la faena de pases de uno en uno y que no llega a calar en los tendidos. Estocada que derrumba al burel sin puntilla. Silencio.

El 5º toro es el perteneciente al hierro de Victoriano del Río, un toro alto y grandón en la línea de lo de Atanasio que tiene el ganadero de Guadalix de la Sierra al que recibe el extremeño con lances a pies juntos, chicuelinas y media garbosa. El toro tiene su chispa y picante llegando galopando a la muleta. A Emilio le cuesta acoplarse con la embestida del animal aunque poco a poco va consiguiendo algún pasaje de mérito e incluso en las cercanías  pero que dicen poco a la concurrencia, no llega a ser el torero al que estábamos acostumbrados, algo le debe estar pasando factura pues no le vemos como nos tenía acostumbrados aunque todos imaginamos lo que puede ser pues Emilio no mueve el cuello con facilidad y eso debe mermarle seguridad y confianza. Despacha al toro de pinchazo y estocada trasera por lo que recibe un respetuoso silencio.

Turno de Fernando Adrián, quizás el que menos entraba en las apuestas, al menos a priori, pero que a la postre iba a ser el triunfador de la tarde.

El primer toro de su lote era indigno de haberse sido lidiado en la primera plaza del mundo y quizás ya no lo sea tanto pero en fin. Un toro muy protestado de salida y con razón, pues además apenas tenía fuerzas e incluso dobla las manos, pero que el señor del palco mantiene en el ruedo sin saber ni siquiera porqué ya que se venía venir lo que llegó después y fue ni más ni menos que transcurridos los dos primeros tercios el toro acusa mucho más su debilidad en la muleta e hiciera lo que hiciera el torero madrileño no iba a tener un final feliz, ante lo cual Fernando decide mantenerse en la cara del insufrible animal más de la cuenta, posiblemente para justificar su brindis al Rey o pensando en cual podría ser su siguiente comparecencia en el ruedo venteño si eso seguía de la misma manera, así que de estocada trasera y golpe de descabello es lo que recetó para acabar con su oponente o lo que fuera. Silencio.

Y ahora viene lo del premio gordo. El sexto toro perteneciente a la ganadería de Juan Pedro Domecq es un toro suelto de carnes que apunta ya desde salida que quiere humillar, lo comprueba Fernando al recibirlo con el capote y se cuida mucho en varas provocando que desde el tendido se oiga eso de ¡Hay que picar! pero el caballero hace “mutis por el foro” y a otra cosa. En banderillas apunta siempre con la mirada hacia las tablas el de Juan Pedro. Comienza el torero con pases cambiados por la espalda enlazados con unos naturales de buen trazo y toreando muy templado lo que hace que el animal se vaya encelando y mejorando su embestida que a veces tiene largura lo que aprovecha Adrián colocándose muy en el sitio para, ya con la mano derecha, realizar un toreo de muletazos con hondura y rematando las series con extraordinarios pases de pecho enroscándose al toro. La faena alcanza su punto álgido con muletazos de mano muy baja con la derecha y un natural interminable que el toro admite con templanza y nobleza. Final de faena con la zurda y colocado siempre perfectamente. Monta la espada y se palpa en el ambiente que lo que pueda ocurrir con el acero puede ser de premio gordo. Ejecución perfecta marcando los tiempos, estocada hasta los gavilanes pero un tanto desprendida, poco pero desprendida. Los tendidos se cubren de pañuelos que siguen flameando tras la concesión del primer apéndice y de nuevo pañuelo blanco en el palco, dos orejas para “el tapado” de San Isidro que en esta ocasión ha dado mejor dimensión que la tarde de la una más una orejas para conseguir su segunda Puerta Grande consecutiva.

Para algunos ha sido un premio excesivo, para otros justo, para unos que si la espada, para otros que si tal, pero lo cierto es que Fernando Adrián ha estado muy bien esta tarde y no habría hecho falta brindar este toro a Miguel Abellán para que se cuente con él de forma merecida para próximos paseíllos en Las Ventas.

Y esto ha sido lo que en mi opinión ha dado de si la corrida extraordinaria de Beneficencia 2.023 y que ya no es tan benéfica pues todo el mundo cobra lo suyo si Plaza 1 quiere, eso sí.

Despedida a S.M. El Rey con el Himno Nacional protocolario y gritos de VIVA ESPAÑA y VIVA EL REY.

Señor, venga más veces por aquí que nos gusta a todos los aficionados contar con su presencia en esta Fiesta tan nuestra por española.

Crónica: Tomás Mata Menchero

Galería fotográfica: © Alfredo Arévalo (Plaza 1)

Ficha del Festejo:

Hierro de Juan Pedro Domecq - EspañaHierro de Daniel Ruiz - EspañaHierro de Victoriano del Río - España

Plaza de toros de Las Ventas (Madrid). Extraordinaria corrida de la Beneficencia. 17.125 espectadores según el dato oficial publicado por la empresa. Toros de Juan Pedro Domecq, Daniel Ruiz (1º y 3º) y Victoriano del Río (5º), desiguales de presentación y de hechuras.

SEBASTIÁN CASTELLA, ovación tras aviso y vuelta al ruedo tras aviso.

• EMILIO DE JUSTO, silencio y silencio tras aviso.

• FERNANDO ADRIÁN, silencio y dos orejas.

Incidencias: El rey Felipe VI presidió la corrida desde el Palco Real, en compañía de la presidenta de laComunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el matador de toros Luis Francisco Esplá. Al finalizar el paseíllo, se guardó un minuto de silencio en memoria de Iván Fandiño. Los toros de Daniel Ruiz lucieron divisa negra. El banderillero José Chacón se desmonteró tras parear al cuarto. Hizo lo propio Marcos Prieto en el sexto.