Triunfal festival taurino en Malagón donde destacó el juego de los novillos de Toros de Mollalta, Javier Castaño con cuatro orejas y el novillero de Fernancaballero Juan Robles que cortó un rabo a su novillo.
La localidad de Malagón vivió una tarde de emociones intensas en su festival taurino, donde el ruedo se vistió de gala para recibir a Canales Rivera y Javier Castaño, junto al prometedor novillero Juan Robles. Un público entusiasta llenó más de media plaza, en una tarde de temperatura agradable y gran ambiente, bajo la presencia imponente de la ganadería Mollalta, que lidió una novillada de gran presencia y bravura, siendo dos de sus ejemplares premiados con la vuelta al ruedo, confirmando la calidad de la ganadería y la emoción que ofreció en cada lidia.
Canales Rivera fue el encargado de abrir la tarde con un novillo de Mollalta que mostró bravura desde el principio. Recibió al animal con un ramillete de verónicas que cerró con una media que desató los aplausos del respetable. El tercio de banderillas fue un momento accidentado, marcado por la valentía del banderillero Santiago Luis Muñoz, quien tras colocar el primer par fue prendido de manera aparatosa por el astado. Afortunadamente, el incidente no tuvo consecuencias graves, y el banderillero pudo continuar tras el susto, aunque la tensión en los tendidos se hizo palpable.
Canales Rivera brindó el novillo a Santiago Luis Muñoz. La faena que siguió, ahora con el novillo más templado, comienza desde el tercio y con un Canales tirando de oficio, dando sus tiempos y distancias al novillo y sacando la esencia del animal que parece otro.
La estocada trasera fue certera y le valió una oreja, además de una vuelta al ruedo cargada de reconocimiento.
En el segundo de su lote, un precioso castaño y digno de cualquier plaza de segunda por tamaño y presencia, Canales no termina de encontrarse a gusto por terminar el novillo con la cara arriba y sin acabar de pasar del todo en la muleta.
Después de pinchazo y estocada caída el público le pide con insistencia la oreja que la Presidencia no duda en conceder.
Javier Castaño tomó el testigo con un novillo de gran envergadura, que desde el inicio mostró seriedad en su embestida y supo parar de manera magistral. Castaño, tira de técnica y da una lección de lidia pausada, llevando al toro siempre en su sitio. Con la muleta, trazó muletazos largos y templados que supieron sacar lo mejor del astado.
Su faena, cargada de maestría, fue un ejemplo de oficio, adaptándose a un novillo que no regalaba nada, pero que bajo su mando terminó embistiendo con nobleza. La media estocada fue suficiente, y tras la ovación del público, Castaño paseó dos orejas que ya garantizaban la salida a hombros.
En el cuarto de la tarde Javier Castaño consiguió una buena combinación entre torero y astado. Midiendo las distancias y ejecutando una faena en los medios al compás de los pasodobles. A pesar de que la estocada, entera y caída, parecía que iba a hacer rodar al novillo, tarda unos minutos en caer, circunstancia que no fue inconveniente para que fuera premiado con las dos orejas.
Como reconocimiento a la calidad del novillo de Mollalta, este fue premiado con la vuelta al ruedo, destacando así la labor de la ganadería en una tarde redonda.
Juan Robles, el novillero de Fernancaballero, cerró el cartel, y la promesa del toreo no decepcionó. Con un novillo de Mollalta que mostró nobleza desde el inicio, Robles supo aprovechar su oportunidad. Las verónicas con las que lo recibió fueron templadas y elegantes, conectando con la afición. En la faena de muleta, Robles mostró su capacidad para entender al novillo, dejando ver su calidad en algunos pases de gran profundidad.
La faena fue creciendo, y aunque el joven novillero aún tiene camino por recorrer, dejó claras sus intenciones de llegar lejos. La plaza reconoció su esfuerzo y su entrega, y tras una estocada precisa y descabello, el público le otorgó las dos orejas y el rabo. Además, el novillo de Mollalta fue premiado también con la vuelta al ruedo, en un justo reconocimiento a su bravura y calidad.
Sin duda, uno de los grandes triunfadores de la tarde fue la ganadería de Mollalta, que presentó una novillada de excelente presencia y juego. Dos de sus novillos fueron premiados con la vuelta al ruedo, un reconocimiento a la bravura y nobleza que mostraron en el ruedo de Malagón. Mollalta dejó su marca en el festival, consolidándose como una ganadería a tener en cuenta en futuros carteles.
Crónica: Sisa del Moral.
Galería fotográfica: © Ángel Ballesteros Reinoso.
Ficha del Festejo
Plaza de Toros de Malagón (portatil). Media entrada. Novillos de la ganadería de Toros de Mollalta muy bien presentados, bravos y de buen juego en lineas generales. Los lidiados en cuarto y quinto lugar fueron premiados con la vuelta al ruedo.
Canales Rivera; oreja y oreja.
Javier Castaño; dos orejas y dos orejas.
Juan Robles; dos orejas y rabo.
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